Viernes de la quinta semana de Cuaresma:
María, nueva Eva

 

«Ya desde el principio del mundo nos revelaste, Padre,
la importancia del ayuno,
porque si Eva, madre del género humano,
hubiera respetado el árbol prohibido,
habría conservado su patrimonio e inmortalidad».
(Illatio cuaresmal hisp-moz)

 

***
Hoy, desde el dolor,
miramos a la Madre de los Dolores.
Con Ella queremos acompañar a Cristo en su Pasión;
a Ella encomendamos a todos nuestros hermanos
que participan en su cuerpo de la Pasión de Cristo.

 

2 comentarios en “Viernes de la quinta semana de Cuaresma:
María, nueva Eva

  1. En la imagen, los brazos entrelazados de María y Jesús son como los lazos de la Cruz de san Jorge de Gothia. Míralo.
    El vientre de Jesús es el círculo. Y la Madre está detrás.

    ***

    Si en los planes de Dios estaba hacerse hombre para resucitar a la humanidad, queda como bella anécdota la invención del apetito de Eva (mítica imágen) y su falta de ayuno.
    Jesús ha existido y nos lo han contado. Adan y Eva no han existido, pero nos lo han contado para explicar una historia de salvación. Abraham respondió y tres le prometieron descendencia: Jesús el Hijo…

    El asunto de Abraham es mas fuerte que Adan y Eva. ¿Abraham ayunaba?

  2. Hoy día de Viernes de Dolores parece oportuno recordar, una vez mas, este patrimonio cultural y devocional que son las Cantigas de Alfonso X el Sabio.
    Esta vez pongo primero la traducción al castellano, recordando que es una canción y que el poema rima en el idioma original hispano, galaico-portugués.
    El audio, grabado en el CD Cantigas de Nuestro Señor, fue el CD editado justo antes del dedicado al Canto Visigótico-Mozárabe, ambos en 2010 en Pneuma.

    CANTIGA 403 LOS SIETE PESARES
    Es la cantiga central, la número 50 del Códice de Toledo. En el borde del folio 145 alguien escribió en el manuscrito “pois este debe ser a festa de ramos; Aver non poderia lagrimas…”, lo que nos indica que en algún momento se cantó al inicio de la Semana Santa. La cantiga medita sobre los pesares de Santa María a lo largo de su vida a causa de su Hijo. La matanza de niños mandada por Herodes y la huida a Egipto, la pérdida de Jesús niño tres días entre los judíos de Jerusalén, y toda la sucesión de tragedias de la pasión de Jesucristo: prisionero, herido, elevado a la cruz, la muerte, el desclavado de la cruz y su entierro, y su soledad tras la ascensión. Tiene su cúspide emocional al cantar del dolor profundo de Santa María cuando presencia la muerte de su hijo.
    Esta cantiga de los siete dolores de la Virgen es contemporánea del “Stabat Mater dolorosa”, secuencia latina atribuida al monje Jacopone da Todi (h.1228-1306), al Papa Gregorio X (1210-1276) o a san Buenaventura (1218-1274).

    https://youtu.be/0IGFxPLrzkw

    403 Esta es de los sietes pesares que Santa María hubo de su Hijo.

    No podría tener lágrimas
    con que llorase todo
    lo que querría llorar,
    si antes no me acordase
    de cómo Santa María
    vio a su Hijo sufrir cosas
    que le causaron muchos pesares
    antes de que éste se la llevara.

    Uno de estos pesares
    fue cuando huyó a Egipto
    a causa de los miles de niños
    que, según hallé escrito,
    el maldito Herodes
    mandó matar
    al mismo tiempo
    por todo su reino.

    El segundo pesar fue
    cuando perdió a su Hijo
    por tres días,
    y creyó que los judíos
    lo tenían escondido, y
    pensó que lo habían matado
    o traicionado y estuvo
    llorando hasta que vino a ella.

    El tercero fue muy duradero
    e intenso, y fue cuando
    un mensajero le dijo que
    llevaban preso a Jesucristo,
    su Hijo de verdad,
    y que lo llevaban maniatado
    y muy solo
    y desamparado de los suyos.

    El cuarto fue cuando
    la pobre mujer vio a su Hijo
    llevando la pesada cruz,
    mal herido de azotes,
    mesada la barba
    y cubierto de salivazos
    mientras la multitud
    gritaba contra El.

    E1 quinto pesar fue
    cuando lo pusieron en la cruz
    y para aliviarle le dieron
    vinagre e hiel;
    y echaron a suerte sus vestiduras
    e hicieron para que le llegase
    la muerte en la cual
    hubieron gran placer.

    E1 sexto fue cuando
    lo desclavaron de la cruz
    y cubierto con la mortaja
    lo llevaron a enterrar y
    con el temor de algún conflicto
    pusieron guardas en el sepulcro;
    pero después, El me valga,
    no lo hallaron allí.

    Según cuenta la escritura,
    el séptimo fue uno
    muy lleno de pesadumbre
    y gran dolor cuando vio
    a Dios subir a las alturas
    de las que vino,
    y ella quedó triste
    en poder ajeno.

    403 Esta é dos sete pesares que viu Santa Maria do seu Filo.

    Aver non poderia
    lagrimas que chorasse
    quantas chorar querria,
    se m’ante non nenbrasse
    como Santa Maria
    viu con que lle pessasse
    do Fillo que avia
    ante que a levasse.

    Un daquestes pesares
    foi quando a Egito
    fugiu polos millares,
    segund’ achei escrito,
    dos mininos a pares,
    que Erodes maldito
    fez matar a logares
    por seu rein’ aver quito.

    O segundo foi quando
    seu Fill’ ouve perdudo
    tres dias, e cuidando
    que judeus ascondudo
    llo tinian, e osmando
    que morto ou traudo
    foss’, e por el chorando,
    ant’ ela foi vinudo.

    E o pesar terçeiro
    foi mui grand’ aficado,
    quando ll’ un mandadeiro
    disse que recadado
    seu Fillo verdadeiro,
    Jesu-Crist, e liado
    levavan mui senlleiro,
    dos seus desanparado.

    Do quarto foi coitada
    u seu Fillo velido
    viu levar a pesada
    cruz, e el mal ferido
    d’açoutes e messada
    a barva e cospido,
    e a gent’ assunada
    sobr’ el en apelido.

    O quinto pesar forte
    foi quando o poseron
    na cruz e por conorte
    azed’ e fel lle deron;
    sobre seus panos sorte
    deitaron e fezeron
    per que chegou. a morte,
    onde prazer ouveron.

    O sesto foi sen falla
    quando o despregaron
    da cruz e con mortalla
    a soterrar levaron,
    e temendo baralla
    o sepulcro guardaron;
    mais pois, se el me valla,
    ali nono acharon.

    Segund’ a Escritura
    conta, foi o seteno
    pesar de gran tristura
    e de gran doo cheno
    quando viu na altura
    Deus sobir, onde veno,
    e ficou con rancura
    pois en poder alleno.

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