El mes de julio comienza, popularmente, con un recuerdo de la Sangre de Cristo. En algunos lugares se vuelve a conmemorar, de manera festiva, la Visitación de María. El día 3 se nos invita a «tocar las heridas de Jesús» con la confesión de fe del apóstol santo Tomás, el Mellizo.
El viejo continente vuelve a su mirada al padre del monacato occidental:
San Benito, patrón de Europa.
En su centro se celebra a la Virgen, bajo la advocación del Carmen o Stella maris, patrona de los marinos españoles (16 julio). El profeta del Carmelo, san Elías, se recuerda el día 20.
Las santas hispalenses, Justa y Rufina, se recuerdan el día 17. Una de las parroquias mozárabes de Toledo lleva esta advocación. Las dos mujeres mártires son invocadas en los dípticos de la misa.
La fiesta de la gran mujer, discípula de Jesús y «apóstol de los apóstoles», santa María de Magdala, se celebra el día 22.
En la última semana miramos hacia Galicia, celebrando a Santiago, patrón de España.
Al día siguiente, los santos abuelos maternos de Jesús, Ana y Joaquín, nos invitan a respetar a nuestros mayores y a rezar por ellos.
San Jorge, diácono y mártir en Córdoba (+ 852) se recuerda el día 27 de julio, con santa Natalia y otros matrimonios santos y mártires.
Terminamos el mes con san Ignacio de Loyola (31), día de la amistad.
El mundo hispano, visigótico y mozárabe, recordaba al arcángel Uriel el día 15 de julio.
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