Las cosas que verdaderamente valen tienen un precio caro, no monetario, pero si, un precio que debemos pagar con esfuerzo, paciencia y constancia por alcanzar eso que vale tanto para nosotros, la Vida Eterna. Responder ↓
Las cosas que verdaderamente valen tienen un precio caro, no monetario, pero si, un precio que debemos pagar con esfuerzo, paciencia y constancia por alcanzar eso que vale tanto para nosotros, la Vida Eterna.