Un cruce de miradas

Zaqueo en el Evangeliario de Brandenburg: Un cruce de miradas

zaqueoDos perícopas para la consagración de una Iglesia (Lc 19,1-10; Lc 6,43-48), cierran la parte de Adviento, que en el Evangeliario de Brandenburg han hallado su lugar al fin de las témporas. El manuscrito pudo realizarse al comienzo del siglo XII y, cuando los premonstratenses abandonaron en 1139 el convento de las Amadas Mujeres de Magdeburg, se lo llevaron junto con otros códices al nuevo monasterio en Dominsel de Brandenburg. En 109 hojas de pergamino se hallan textos de los Evangelios y 18 miniaturas a toda página en dorado.

En el folio 89v se dejó libre un espacio para miniatura inicial. En este folio se ilustra la perícopa del Evangelio (Lc 19,1-10), en cuyas líneas situadas al lado de la imagen se intercambia el rojo y el negro. La escena pone el acento en el momento decisivo en el que la vida de Zaqueo da un giro importante hacia la misericordia: Para poder ver a Jesús en su visita a Jericó, Zaqueo se encarama sobre una higuera de sicomoros. El publicano más importante de la ciudad era pequeño de estatura y busca apoyo en el ramaje del árbol. Jesús entra en escena en la parte más próxima al borde derecho de la hoja y Su cartela ondea frente al hombre: “Zaqueo ¡baja de prisa!” (Lc 19,5). El Señor requiere al publicano y le anuncia: “Hoy tengo que hospedarme en tu casa” (Lc 19,5). En la comida compartida el pecador y publicano se convierte y promete reparar aquello en lo que hubiera sido injusto. Como Lectura para la celebración de la consagración de una Iglesia, el texto promete a los creyentes que el encuentro con Cristo en la Misa aporta salud y salvación.

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