Consiste ante todo en dejarse llevar
en seguimiento de Cristo
al misterio de su muerte y de su resurrección.
“No se va a misa para asistir a una representación.
Se va a participar en el misterio de Dios”,
recordaba el Papa Francisco recientemente.
La orientación de la asamblea
«hacia el Señor»
es un medio simple y concreto
de favorecer una auténtica participación de todos
en la liturgia>.
Card. Sarah,
C. del Culto Divino y los Sacramentos