<Para nosotros, la luz es Jesucristo.
Toda la Iglesia se orienta a Cristo:
Ad Dominum.
Una Iglesia cerrada sobre sí misma
en un círculo habría perdido su razón de ser.
Para ser ella misma,
la Iglesia debe vivir cara a Dios.
¡Nuestro punto de referencia es el Señor!