¿Qué hemos arriesgado por Cristo?
¿Qué hemos dado por creer en sus promesas y gozar de su gracia, amistad y amor?
¿Quién puede garantizarnos resucitar para la vida eterna?
¿Quién nos salvará definitivamente, para siempre?
27 septiembre, 2017
Muchas veces hemos considerado nosotros la valentía de aquellos cristianos que arriesgan su vida por confesar que son discípulos de Cristo y no dejarán su fe y su amor al Señor. ¿Qué arriesgamos nosotros? Hay que afirmar claramente que es injusto que uno sea perseguido por vivir su fe y practicar su religión; es verdad, pero también lo es que, corrientemente, la mayoría de nosotros arriesguemos poco por nuestra fe. Nos parecemos mucho a tantos cristianos que poco hacen más allá de alguna oración en necesidad, alguna Misa si se tercia y apetece, y algún sacramento, porque “es costumbre” o por no complicarse la vida por aquello del qué dirán.