Domingo IV de Cuaresma: contemplar


<Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto,
así tiene que ser elevado el Hijo del hombre,
para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único
para que no perezca ninguno de los que creen en él,
sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo,
sino para que el mundo se salve por él>.

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Siete textos para meditar en este tiempo


Lucas 17:3 Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. 4 Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti diciendo: «Me arrepiento», perdónale.

Marcos 11:25,26 Y cuando os pongáis de pie para orar, si tenéis algo contra alguien, perdonadle, para que vuestro Padre que está en los cielos también os perdone a vosotros vuestras ofensas.

Juan 14:23 Respondió Jesús y le dijo: -Si alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él. 24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me envió.

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«Lecciones» cuaresmales del año 2024:
ciclo B (Rito romano)


En la Cuaresma «las lecturas del Evangelio están distribuidas de la siguiente manera:

En los domingos primero y segundo, se conservan las narraciones de las tentaciones y de la transfiguración del Señor,
aunque leídas según los tres sinópticos [este año según san Marcos].

En los tres domingos siguientes, se han recuperado, para el año A, los Evangelios de la samaritana, del ciego de nacimiento y de la resurrección de Lázaro; estos Evangelios, por ser de gran importancia en relación con la iniciación cristiana, pueden leerse también en los años B y C, sobre todo cuando hay catecúmenos.
Sin embargo, en los años B y C hay también otros textos, a saber:
en [este] el año B, unos textos de san Juan sobre la futura glorificación de Cristo por su cruz y resurrección;
en el año C, unos textos de san Lucas sobre la conversión.

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Tercer domingo de Cuaresma:
Desbrozar


El templo donde damos culto a Dios es el cuerpo de Cristo

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Cuaresma, tiempo de verdadero culto a Dios

Ambientación

El pasaje del evangelio de Juan sobre el que podemos reflexionar, en este tercer domingo del ciclo B, se sitúa en el Templo de Jerusalén y relata una acción de Jesús que fue escandalosa para sus contemporáneos. Es una acción cargada de significado simbólico con la que se inaugura un tiempo nuevo en las relaciones entre Dios y el ser humano. El gesto de Jesús y sus palabras pueden ayudarnos a revisar nuestra forma de dar culto a Dios.

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Nos gloriamos en la Cruz de Cristo


Millones de cristianos en el mundo sufren persecución por causa de la fe.
«La lista mundial de la persecución la encabeza Corea del Norte.
Los cristianos, en ese país -con un régimen estalinista del que apenas sabemos nada-,
son enviados a campos de concentración, donde sufren torturas o se les ejecuta directamente.
Somalia, Libia, Yemen, Afganistán o Irán, son lugares donde ser cristiano es prácticamente imposible;
motivo suficiente para una sentencia de muerte.
En los dos últimos años, más de 11.000 mujeres y hombres,
perdieron su vida por el sólo hecho de seguir a Jesús de Nazaret
y poner en práctica, en su entorno, las Obras de Misericordia».

Jesús Fonseca, periodista (Valladolid)

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El «Vía Matris» 2024


En este año dedicado a la oración
como preparación al Jubileo de 2025
podemos, durante la Cuaresma,
meditar la Pasión del Señor en la compañía
de la Madre.
«Así como en el plan salvífico de Dios (cfr. Lc 2,34-35)
están asociados Cristo crucificado y la Virgen dolorosa,
también los están en la Liturgia y en la piedad popular.

Como Cristo es el «hombre de dolores» (Is 53,3), por medio del cual se ha complacido Dios en «reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz» (Col 1,20), así María es la «mujer del dolor», que Dios ha querido asociar a su Hijo, como madre y partícipe de su Pasión (socia Passionis).

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