Con la clausura de la fuente bautismal
se significa un estilo de vida:
todo se centra en preparar la Pascua.
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Con la clausura de la fuente bautismal
se significa un estilo de vida:
todo se centra en preparar la Pascua.
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Hoy despedimos -dominicalmente-
la aclamación «Aleluya»,
que no volverá a resonar hasta la Noche Santa de Pascua de Resurrección
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Hoy oramos, de manera especial, por los países hermanos de Hispanoamérica.
Mañana, domingo, despedimos el #Aleluya#. Es el último domingo «cotidiano» antes de la Cuaresma.
En la tradición hispano-visigótica se denominó ‘antes de carnestolendas’. Popularmente se llama ‘Domingo de carnaval’.
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¡Súmate al voluntariado en el comedor social!
Una manera de ir anticipando la tarea cuaresmal…
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Encuentro en Alcalá con la comunidad que difunde la espiritualidad y las costumbres hispanas.
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De la antigua tradición hispana viene la costumbre de sellar el baptisterio al comenzar la Cuaresma: son días catecumenales y penitenciales. Los sacramentos pascuales se reservan para la Santa Pascua.
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«Yo os digo a los que me escucháis:
Amad a vuestros enemigos,
haced el bien a los que os odien,
bendecid a los que os maldigan,
rogad por los que os difamen.
Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente.
Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman.
Durante la Cuaresma hay que organizar la catequesis para aquellos adultos que, bautizados, siendo niños, no la hayan recibido, y que tampoco hayan recibido aún la Confirmación y la Eucaristía.
Al mismo tiempo establézcanse celebraciones penitenciales, que los lleven a recibir el sacramento de la reconciliación.
(FFPP 9).
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La celebración anual de la cuaresma es un tiempo favorable, durante el cual se asciende a la santa montaña de la Pascua.
El tiempo de Cuaresma, con su doble carácter, prepara tanto a los catecúmenos como a los fieles en orden a la celebración del misterio pascual.
Los catecúmenos se encaminan hacia los sacramentos de la iniciación cristiana, tanto por la «elección» y los «escrutinios», como por la catequesis;
los fieles, por su parte, dedicándose con más asiduidad a escuhar la Palabra de Dios y a la oración, y mediante la penitencia, se preparan a renovar sus promesas bautismales.
(FFPP 6).
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