El domingo es denominado
en la tradición hispano-visigótica
como:
Dies dominicus;
dies resurrectionis et pacis;
dies uere lucis et uite…
Pedimos en él
pacem nobis tranquilam,
letitiam spiritalem
El domingo es denominado
en la tradición hispano-visigótica
como:
Dies dominicus;
dies resurrectionis et pacis;
dies uere lucis et uite…
Pedimos en él
pacem nobis tranquilam,
letitiam spiritalem
Recordando a la madrileña mozárabe,
-esposa de san Isidro-
rezamos así con este texto de nuestra liturgia:
Oh Dios, tú eres la alabanza
de los que confiesan tu nombre en el matrimonio
y la corona de los que combaten denodadamente;
concédenos, te rogarnos,
cuanto te piden nuestros labios.
Que nuestra lengua proclame la alabanza de tus testigos
y nuestro compromiso dé frutos de buenas obras.
R/. Amén.
Por tu misericordia, Dios nuestro,
en cuya presencia recitamos los nombres
de los santos Apóstoles y Mártires,
Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.
En el día de su Natividad
podemos rezar -muy despacio-
esta alabanza visigótico-mozárabe:
<
Es justo y necesario que con todas nuestras fuerzas
demos incesantes gracias al Dios supremo e inmortal,
y a Jesucristo, su Hijo eterno,
quien por obra del Espíritu Santo,
fue concebido por la gloriosa y santa Virgen María
y nació de nuevo, por nuestra salvación;
él, de la descendencia de David, según la carne,
escogió a una Virgen purísima
de la que habría de nacer tal como habían anunciado los profetas.
En la víspera de la Natividad de María
proponemos esta antigua bendición
para todos los amigos:
Dios misericordioso
por aquel mismo amor que tuvo a su Madre Virgen,
os conceda su ayuda para llegar a la vida eterna.
R/. Amén.
Él, que es fuente de gracias
os infunda aquellos dones que os hagan aceptables en su presencia.
R/. Amén.
Y que os otorgue la dulzura de la paz
que os permita progresar en el seno de la madre Iglesia.
R/. Amén.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro,
que es bendito y vive y todo lo gobierna
por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Nos dedicamos a los pobres:
lo hacemos por Jesús.
Esto ha de ser verdad…
<
Siete estaban colgando sobre el altar,
o sobre el mismo, …
recordaban las siete luminarias
que ardían ante el Santo de los santos
del templo de Jerusalén…
y los textos del Apocalipsis
sobre la liturgia celestial>
J. M. Ferrer
“Naciste hombre, y hombre serás eternamente.
Y has sido puesto en el mundo
precisamente para vivir entre hombres,
para sufrir y gozar con ellos,
y para hacer con ellos,
entre ellos,
tu vida,
minuto a minuto.
Porque, al hacerte hombre,
se te dio una vida
para que la vayas haciendo:
una vida de la que serás responsable”.
Reza la liturgia hispana:
<
Lo que María realizó entonces en la carne
-de modo singular-
se realice ahora
-de modo espiritual-
en la Iglesia:
que te conciba, Señor,
una fe indefectible,
que te dé a luz
un espíritu libre,
que siempre estemos cubiertos
por la sombra del Altísimo>
.