Alabanza al Dios Creador

Es justo y necesario darte siempre gracias,
Señor, Padre Santo, Dios omnipotente y eterno;
por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro;
que contigo y con el Espíritu Santo
al principio del tiempo creó la luz,
extendió el cielo con potencia,
estableció la tierra con sabiduría,
dividió las aguas con inteligencia,
y creó en ellas todos los seres;
finalmente, creando al hombre a su imagen y semejanza,
le infundió la vida racional.

Y ahora, Señor,
a ti que eres el creador del género humano
y, por la sangre que derramó tu Hijo hecho hombre,
eres también el redentor de todos los que creen en ti,
a ti las potestades te temen y te sirven todas las potencias;
a ti el ilustre coro de los ancianos
y todo el ejército de los ángeles te alaban.

Para ti los querubines y serafines,
con el rumor de sus alas al volar,
repiten el cántico de aclamación,
entonando tres veces el himno de la eterna alabanza,
diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…

(Illatio del domingo IV)