Comienzo de la andadura penitencial en el Rito romano.

Día de ayuno y abstinencia.

Camino hacia la Pascua…

 

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«Poner el Misterio pascual en el centro de la vida

significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado

presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras,

de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano,

de las múltiples formas de violencia,

de los desastres medioambientales,

de la distribución injusta de los bienes de la tierra,

de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias,

que es una forma de idolatría.
Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y mujeres de buena voluntad

que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la limosna,

como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo.

Compartir con caridad hace al hombre más humano,

mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca,

ya que se cierra en su propio egoísmo»

(Papa Francisco).