Mañana, martes, celebramos la Misa en Rito hisp-moz.
en la Basílica de La Concepción de Madrid (19 h.).
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<Mediante una acción inefable y santa
y de un modo invisible a los hombres
se ofreció a sí mismo como oblación y víctima,
siendo a la vez Sacerdote y Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo…
Cuando distribuyó su cuerpo como comida
mostró abiertamente que
el sacrificio del Cordero ya se había realizado,
pues el cuerpo de una víctima
no puede comerse mientras posea vida.
Por tanto,
en el momento en que Cristo
dio a sus discípulos su cuerpo en comida
y su sangre en bebida,
su cuerpo había sido ya sacrificado
de un modo inefable e invisible> (S. Gregorio de Nisa)
(Citado por la Hna. Theofora Schneider en Introducción a “Nuestra Pascua”)