Alabamos a Cristo
que tiene el sacerdocio que no pasa;
pedimos vocaciones para el ministerio sacerdotal
y oramos por toda la Iglesia que,
por el Bautismo, es un pueblo santo:
de sacerdotes, reyes y profetas.
El Rito hispano-mozárabe
subraya el aspecto sacerdotal / mediador de Cristo,
según la enseñanza bíblica de la Carta a los Hebreos.
Compartimos nuestros bienes con nuestros hermanos más pobres
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