La Cruz es cosa grande y preciosa


«La cruz es cosa grande y preciosa.
Grande, porque ella es el origen de innumerables bienes,
tanto más numerosos,
cuanto que los milagros y sufrimientos de Cristo
juegan un papel decisivo en su obra de salvación.
Preciosa, porque la cruz significa a la vez
el sufrimiento y el trofeo del mismo Dios:
el sufrimiento, porque en ella sufrió una muerte voluntaria;
el trofeo, porque en ella quedó herido de muerte el demonio
y, con él, fue vencida la muerte.
En la cruz fueron demolidas las puertas de la región de los muertos,
y la cruz se convirtió en salvación universal para todo el mundo».

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