Vigilia del Apóstol Santiago

 

«Os invito a decidir de forma definitiva la dirección de vuestro camino. Con las mismas palabras de Cristo os pregunto: «¿Qué buscáis?» (Jn 1, 38). ¿Buscáis a Dios?

La tradición espiritual del cristianismo no solo subraya la importancia de nuestra búsqueda de Dios. Resalta algo todavía más importante: es Dios quien nos busca. Él nos sale al encuentro. […] nos busca con un amor tan grande que difícilmente logramos entender.
Este encuentro con Dios se realiza en Jesucristo. En Él, que ha dado la vida por nosotros, en su humanidad, experimentamos el amor que Dios nos tiene. «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).
Y al igual que Jesús llamó a Santiago y a los otros Apóstoles también nos llama a cada uno de nosotros. Cada uno de nosotros […] tiene que entender y creer: «Dios me llama, Dios me envía». Desde la eternidad Dios ha pensado en nosotros y nos ha amado como personas únicas e irrepetibles. Él nos llama y su llamada se realiza a través de la persona de Jesucristo que nos dice, como ha dicho a los Apóstoles: «Ven y sígueme». ¡Él es el Camino que nos conduce al Padre!
Pero hay que reconocer que nosotros no tenemos ni la fuerza, ni la constancia, ni la pureza de corazón suficiente para seguir a Dios con toda nuestra vida y con todo nuestro corazón. Pidámosle a María, Ella que ha sido la primera en seguir el camino de su Hijo, que interceda por nosotros.
Jesús desea acompañarnos, como acompañó a los discípulos en el camino de Emaús. Él nos indica la dirección del camino a seguir. Él nos da la fuerza. Al volver a casa, al igual que los discípulos del relato evangélico, podremos decir que nuestro corazón ardía cuando nos hablaba en el camino y que le hemos reconocido al partir el pan (cf. Lc 24, 22.25). Será el momento de presentarnos a nuestros hermanos, […] como testigos. ¡Sí! ¡Testigos del amor de Dios y de su esperanza de salvación!»

 

(San Juan Pablo II, Vigilia en el Monte del Gozo, Santiago de Compostela, 19-8-89)

 

En la mayoría de los calendarios hispanos la fiesta de Santiago el Mayor
se celebra el 30 de diciembre.
En el Calendario Mozárabe de Córdoba (s. X)
figura tanto a final de año como el 25 de julio.
Hoy algunos calendarios hispanos hacían memoria de otro apóstol:
san Bartolomé (cf. Silos 3).