“Lo propio de la medicina es curar, pero también cuidar, aliviar y consolar sobre todo al final de esta vida.
La medicina paliativa se propone humanizar el proceso de la muerte y acompañar hasta el final.
No hay enfermos “incuidables”, aunque sean incurables.
Abogamos, pues, por una adecuada legislación de los cuidados paliativos que responda a las necesidades actuales que no están plenamente atendidas.
La fragilidad que estamos experimentando durante este tiempo constituye una oportunidad para reflexionar sobre el significado de la vida, el cuidado fraterno y el sentido del sufrimiento y de la muerte.”
De la Conferencia de Obispos de España