El amor al hermano:
cuatro puntos cardinales

En el Nuevo Testamento resuena con fuerza el llamado al amor fraterno:

«Toda la Ley alcanza su plenitud en un solo precepto:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Ga 5,14).

«Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.
Pero quien aborrece a su hermano está y
camina en las tinieblas» (1 Jn 2,10-11).

«Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida,
porque amamos a los hermanos.
Quien no ama permanece en la muerte» (1 Jn 3,14).

«Quien no ama a su hermano, a quien ve,
no puede amar a Dios, a quien no ve» (1 Jn 4,20)

Textos para meditar y cotejar nuestra vida…

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