La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos «de la Pasión del Señor»,
que comprende a la vez el triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión.
La procesión que conmemora la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén tiene un carácter festivo y popular.
Es importante insistir en participar en la procesión como signo público de profesión de fe en Cristo Rey Señor.
Los fieles cristianos conservan en sus hogares, y a veces en el lugar de trabajo, los ramos de olivo o de otros árboles, que han sido bendecidos y llevados en la procesión.
La palma y el ramo de olivo son un testimonio de la fe en Cristo, rey mesiánico, y de su victoria pascual.
***
Hoy presentamos varias posibilidades para la formación:
- el lugar desde donde Jesús lloró al contemplar la Ciudad Santa el día de los Ramos
- un canto gregoriano
- oraciones de nuestra tradición litúrgica hispana
- el significado de la palabra HOSANNA
***
Desde Jerusalem: Dominus Flevit