Domingo de Adviento
y Vigilia de santa Lucía

En medio de la sobriedad propia de la expectación del Adviento
este domingo es una invitación a la alegría:
el Precursor anuncia que el Cristo comunicará el fuego del Espíritu Santo.
LECTURA durante el día: Lucas 3, 10ss

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Oración vespertina en el hogar (lucernarium)

Saludo
V. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, luz y paz.
R. Demos gracias a Dios.

Versículo
V. La fidelidad brota de la tierra.
R. Y la justicia mira desde el cielo.

Oración
V. Oremos.
Señor y redentor nuestro,
tú quisiste anunciar tu primera venida por medio de los coros celestiales
y por el pregón de los ángeles: “Gloria a Dios en el cielo”
y anuncias el día de tu regreso
como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo:
al estar ya cercano, Señor, el día de tu venida,
te pedimos que borres en nosotros
todo lo que deberías condenar en el juicio último,
de modo, que cuando vengas como justo juez,
no encuentres nada en nosotros que merezca ser condenado.
R. Amén.
V. Te lo pedimos a ti,
luz de los fieles y guía de los hombres,
que vives y reinas con el Padre y con el Espíritu Santo,
un Dios, por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Trisagio
V. Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
el que era, el que es, el que viene.
R. + Ten misericordia de nosotros.
(+ indica que nos santiguamos)

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