Sábado mariano: después de ceniza
<La paz os dejo>


Desde el miércoles de ceniza en muchas iglesias se omite el signo de la paz.
La razón es muy sencilla: durante la Cuaresma hemos de esforzarnos
en ser autentico instrumentos de paz en medio de nuestro mundo.
En lugar del gesto de la paz en la celebración litúrgica buscamos «hacer las paces»
con tantos hermanos nuestros con los que estaos en «deuda».
En el Rito romano el Signo de la paz es optativo; se puede quitar en algunos momentos del año o siempre.
Sin embargo, en el Rito hispano es un elemento permanente. En la antigua costumbre se omitía al final de la Cuaresma.
Dice el Misal Hispano en su Ordenación General, nº 55:
<La cuarta oración variable, llamada Ad Pacem, con su propia fórmula de enlace,
la bendición trinitaria <La gracia de Dios Padre omnipotente…>,
la monición diaconal invitando a los fieles a comunicarse entre ellos el signo de la paz
y el canto Pacem meam do vobis 
forman la última fase de esta parte de la Misa hispánica,
que media entre la Liturgia de la Palabra y la Plegaria Eucarística>.

<Si quieres la paz, prepárate para la paz luchando contra el Mal> (san Pablo VI)

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