En este V domingo de Cuaresma del año A
recordamos las lágrimas del Señor
ante la muerte de Lázaro,
el hermano de Marta y María.
La resurrección del amigo de Betania
manifiesta su poder sobre el pacado y la muerte.
Para rezar cada día en las últimas semanas de la Cuaresma:
Oramos con la liturgia gotho-hispana:
Buen Jesús, creador amable y admirable,
acepta el sacrificio de tus siervos.
Tú que concediste a Lázaro que saliera del sepulcro al oír tu voz,
concédenos que, al oírte con nuestro oído interior,
nos levantemos por tu gracia de la hondura de nuestro propio pecado.
Así, la oración con que nos enseñaste a orar al Padre desde esta tierra
y ahora pronunciamos en tu presencia con toda fidelidad,
nos haga experimentar la alegría de sentir
cómo nos otorgas lo que pedimos gracias a tu enseñanza:
Padrenuestro…