Dentro de los textos latinos que solemos cantar
está el Sanctus: el trisagio angélico (tres veces santo)
en el corazón de la anáfora, la Plegaria central de la Eucaristía.
Está compuesto realmente de cuatro cantos:
Sanctus /Benedictus / Hosanna (2)/ Agios.
Sanctus, Sanctus, Sanctus.
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt cæli et terra gloria maiestatis tuæ.
Hosanna Filio David.
Benedictus qui venit in nomine Domini.
Hosanna in excelsis.
Hagios, Hagios, Hagios, Kyrie o Theos.
En negrita se pueden observar las variantes
del Sanctus de la tradición hispana
en relación con el mismo canto
en la versión romana.
Dice la Ordenación General del Misal Hispano-mozárabe:
71. El canto del Sanctus había penetrado en la tradición universal como una simple aclamación: Sanctus, sanctus, sanctus Dominus Deus Sabaoth, que corresponde al primer hemistiquio de Is 6, 3. Así se conservó en dos anáforas de tipo antioqueno: la versión armena de la de Santiago el Menor y la versión griega arcaica de la de san Basilio […].