Para leer sobre mozárabes….

 

Estamos en invierno y apetece leer… ¿algo sobre los mozárabes?
Los pobladores autóctonos de la Spania goda que, a la llegada de los musulmanes decidieron permanecer en su tierra, con sus costumbres, sus tradiciones y cultura, han sido llamados «mozárabes». Permanecieron fieles a su fe a costa de cesiones y del pago de tributos. Al cabo de más de cuatro siglos, se produjo un cierto grado de arabización en sus formas de vida. Este libro de M. Rincón Álvarez cuenta el proceso de integración de la minoría mozárabe en la comunidad musulmana en sus diferentes etapas históricas, su vida cotidiana, sus luchas de identidad y su arte a través de un hipotético viaje por las pequeñas iglesias mozárabes que se conservan en la Península. Cuando Alfonso VI entró en Toledo en 1085, todavía encontró una numerosa comunidad mozárabe que, aunque escribía en árabe, había mantenido su fe cristiana. Finalmente, estas minorías quedaron aprisionadas por el apremio unificador cluniacense -europeísta- que entraba por los territorios cristianos del Norte, mientras que por el Sur sus huellas fueron arrasadas por el avance de almorávides y almohades. La conjunción de ambas dio como resultante la desaparición de una cultura de resistencia y de entendimiento.

 

 

Himno mariano <Ave maris stella>

– en latín y español-

I. Ave maris Stella, Dei Mater alma,
atque semper Virgo, felix caeli Porta.
Salve Estrella del mar, Santa Madre de Dios
y siempre Virgen, feliz Puerta del cielo.
 
2. Sumens illud Ave Gabriélis ore,
funda nos in pace, mutans Hevae nomen
Tú que has recibido el saludo de Gabriel,
y has cambiado el nombre de Eva,
establécenos en la paz.
 
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Los nuevos mártires «mozárabes»:
monjes del Atlas

Aquí estoy ante ti, Oh Dios mío.
Aquí estoy, rico en miseria y pobreza,
y un cobarde sin nombre.
Aquí me encuentro frente a ti,

que solamente eres amor y misericordia.
Ante ti, pero solo por tu gracia.
Aquí estoy, toda mi persona,
con toda mi alma,
todo mi corazón,
toda mi voluntad.

(Fray Bruno, monje cisterciense del monasterio de Tibhirine (Argelia), martirizado en mayo de 1996)

La monición Sancta sanctis

En la Misa de la liturgia hispana antigua el sacerdote vuelto al pueblo santo de Dios, mostrando los dones santificados por el Espíritu, dice:

<Las cosas santas para los santos>.

Ya en el antiguo Ordenamiento denominado <Constituciones Apostólicas> la monición Sancta sanctis reclamaba una respuesta del pueblo: Gloria in altissimis Deo… Hosanna.

Enseñaba Pinell que, en España la secuencia visigótica, conservada por los mozárabes, para la mostración del sacramento era la siguiente:

Monición sacerdotal “Sancta sanctis»
y ostensión ante el pueblo del pan y el cáliz consagrado…
Canto de aclamación Agyos (Santo)”.

Esta respuesta del pueblo (Santo / Sólo tú eres Santo / Agyos, etc), ausente en el MHM, es parte de la genuina y variada tradición hispana. Es el momento solemne en que el sacerdote mostrando la Eucaristía al pueblo santo con la admonición <Sancta sanctis>  provoca una aclamación que los manuscritos reflejaron tanto en lengua latina como griega.

La respuesta, acompañada de tres versos como responsorios, aparece bien reflejada en el Antifonario de León:

Sancta sanctis…
vr. In civitate domini ibi sonat iugiter
organa sanctorum.
II. Ibi cinnamum et
balsamum odor suavissimum
in conspectu Dei.
III. Ibi angeli,
archangeli hymnum novum
decantant ante thronum dei.
Agios, agios Kirie o Theos.
(AL 510 f . 28. Cf. AL 61v, 73, 82, 177, 210v).
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Obediencia al Señor

Textos bíblicos para meditar y orar sobre la obediencia:

  • Si perseveráis en mis enseñanzas, seréis verdaderamente mis discípulos.
  • Todo el que hace la voluntad de mi Padre es mi hermano, mi hermana y mi madre.
  • El que obedece a mis palabras, ése es el que me ama.
  • Si me amáis, guardad mis mandamientos.
  • Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como Yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
  • Mi manjar es hacer la voluntad de mi Padre.
  • He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre.
  • Mi Padre esta Conmigo y no me quedo solo, porque hago siempre lo que le es agradable.
  • Yo no hablo por cuenta propia, sino que mi Padre es el que me ha prescrito por mandato qué debo decir y cómo debo hablar. Lo que digo, lo digo  según mi Padre me lo ha ordenado.
  • Para que el mundo conozca que amo a mi Padre y que hago lo que mi Padre me ha ordenado, venid, salgamos de aquí.
  • Pierdo la vida para volverla a tomar. He recibido este mandato de mi Padre.
  • ¡Padre: no se haga mi voluntad, sino la Tuya!

“Matutinal Hispano-Mozárabe”:
oraciones para el comienzo del día

Este trabajo completa al anteriormente editado para la oración de la tarde el “Vesperal”. Este es un subsidio que ofrece esquemas de oración para la mañana según nuestro venerable Rito hispano. No es propiamente un libro litúrgico, pero si un excelente medio para la oración diaria según nuestros antiguos padres.

Lo debemos al buen hacer del P. Jorge Gibert, monje cisterciense, una de las mayores autoridades en la liturgia hispano-visigótico-mozárabe y a la labor encomiable de D. Juan Carlos Escribano López, trabajador incansable por nuestra tradición. Gracias al trabajo editorial de CPL de Barcelona.

En los próximos días estará en las librerías.