En este día santo de la Cincuentena
podemos orar con esta versión
del antiguo himno pascual Ad Cenam Agni
Revestidos para la cena del Cordero,
con las vestiduras blancas de la salvación,
tras el paso del mar Rojo,
cantemos a Cristo, nuestro príncipe.
Él ha querido que gustando de su sangre rojiza
y de su cuerpo sacratísimo,
abrasado en el ara de la Cruz,
pudiésemos vivir la misma vida de Dios.