Santa María y san Isidro,  esposos madrileños

Santa María [de la Cabeza] vivió en el s. XII.
Uceda, Caraquíz, Torrelaguna y Madrid -entre otros lugares-
fueron testigos de la vida de esta mujer del campo de Castilla.
Trabajadora, esposa, madre y anacoreta.
Recibe culto tras la devoción que alcanzó su esposo, Isidro.
Sabemos muy poco de la vida de estos labradores.
Ambos pertenecieron a la tradición hispano-mozárabe.
Unas pinceladas introductorias sobre el Rito hispano:

Sigue leyendo

Este domingo tiene acento mariano:

la Natividad de la Virgen

 

La fiesta del nacimiento de María es propia del Oriente.
Se difunde en Roma en torno al siglo VII-VIII
gracias a los monjes que vienen de Siria y del resto de Oriente.

 

Detalle del Icono de las Doce Fiestas
Particular: Nacimiento de la Virgen
Colec Part. C, n. II.

En España es celebrada por las comunidades mozárabes de la Bética.
La Iglesia de Córdoba la atestigua en su Calendario,
el denominado de Recemundo (año 961).
Se encuentra en el Misal de Cisneros y
está en la lista de Misas que han de ser celebradas
en Rito Mozárabe en Salamanca.

La procesión de las ofrendas

Normalmente, en la misa celebrada en Rito hispano, cada martes en Madrid, la procesión de las ofrendas del pueblo al altar es realizada de modo solemne con cruz, ciriales e incienso.

En España, el concilio de Elvira (303 c.) fue el primero en regular la práctica ofertorial. Durante los siglos IV y V, la práctica de llevar los fieles el pan y el vino para el sacrificio era general en las iglesias de Occidente; así, se subrayaba la participación material de los fieles en el sacrificio.

Los dones eran depositados en el donarium y llevados al altar por los ministros durante el canto de ofrendas denominado Sacrificium. Isidoro nos muestra que la liturgia visigótica no era ajena a este despliegue simbólico; es más, forma un paralelismo con la procesión con el Evangeliario. De idéntica costumbre, en época mozárabe, se hace eco Beato de Liebana:

<Se llevan cirios cuando se lee el Evangelio
o se presentan las ofrendas para el sacrificio>

(Etymologiarum VII, 12, 29-30
Com II, Prologus 4, 79ss, 140).

Así se realizó en el X Congreso Eucarístico Nacional (Toledo 2010). Esto aparece en la catequesis previa: “La procesión de entrada se abre con el incienso, pero también la procesión de ofrendas: llevando al altar los fieles las patenas y los cálices van precedidos de los acólitos con la cruz, dos cirios encendidos y con el incensario humeante abriendo camino a los dones que se van a consagrar”.

Decálogo del Ps. Masona de Mérida

¿ Puedes dedicarle unos minutos?
Es un buen itinerario espiritual.
Si le has dedicado unos minutos te habrás dado cuenta
que, también, puedes dedicar un día a cada tema:
así aseguras una decena al mes para crecer…
Vale la pena.
Estos visigodos de Mérida
-que estaba llena de sirios-
sabían lo que se decían.

Oramos con la liturgia hispano-visigoda

Señor, Padre santo, Dios eterno y todopoderoso,
que conoces los corazones de todos
y examinas con diligencia lo que se te pide,
te pedimos que acojas y atiendas con amor
no sólo las plegarias que formulamos
sino incluso nuestros más ocultos deseos.
Cuando nos reunimos para pedirte algo,
tú lo sabes todo antes de que hablemos.

Ofrecemos pues nuestras súplicas
por las necesidades de los pobres,
por las dificultades de los jóvenes,
por los daños de los vencidos,
por la seguridad de los viajeros,
por el alivio y el descanso de los fieles difuntos,
y por los que emprenden viajes peligrosos
para que se mantengan fuertes en las dificultades.

Que la fiebre y cualquier otra dolencia
se alejen de los enfermos,
que la tentación del espíritu del mal
no haga mella en nadie;
que a todos ayude tu consuelo saludable
y les proteja la ayuda del cielo.

R/. Amén.

Porque tú eres la vida de los que viven,
la salud de los enfermos,
y el descanso de todos los fieles difuntos
por todos los siglos de los siglos.

R/. Amén.

«Volver a empezar»

no es solo el título de una película…

… es un buen plan de vida.

Aunque sientas el cansancio,
aunque el triunfo te abandone,
aunque un error te lastime,
aunque una traición te hiera,
aunque una ilusión se apague,
aunque el dolor queme tus ojos,
aunque ignoren tus esfuerzos,
aunque la ingratitud sea la paga,
aunque la incomprensión corte tu risa,
aunque todo parezca nada…
¡vuelve a empezar!

Oremos por la Iglesia…

Antiguo incensario hispano

Presentemos a Dios,
los sentimientos y deseos unánimes de nuestra comunidad;
que la Iglesia católica,
cual madre de nuestros intereses y esfuerzos,
acoja en su amor los propósitos de todos,
para dispensar a todos los bienes anhelados.

Que sea una por la confesión de la fe,
numerosa por la extensión;
única por sus sacramentos, no por ser de un solo lugar;
esparcida, pero no dividida;
ilustre en sus sacerdotes, prudente en sus doctores,
pacífica en la fraternidad,
santa en sus ministros, intachable en sus servicios,
íntegra en sus vírgenes, provechosa en sus viudas,
fecunda en sus creyentes, libre entre las naciones,
cuidadosa para con los enfermos,
perdonada en los penitentes,
clemente hacia los extraviados, rica para con los necesitados,
humilde con los pobres, generosa gracias a los ricos.

Así, colmada de todo bien,
tenga autoridad en nosotros y para nosotros,
pueda recobrar a los que busca
y conserve a los que ha recobrado.

R/. Amén.

Con la ayuda de la misericordia de nuestro Dios,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

OA III dom cotid.