Esta santa germánica polímata (+ 1179) fue contemporánea de nuestros santos Isidro y María.
Destaca por su amor a la Sagrada Escritura
(especialmente los Profetas y los libros del NT: Evangelio de San Juan y el Apocalipsis).
Además del mundo clásico romano, en sus obras se refleja el conocimiento de San Agustín y de San Isidoro de Sevilla.
Esta Doctora de la Iglesia recibe especial veneración entre las monjas benedictinas españolas.
De su obra musical, iniciada en la década de los años 1150, se conservan más de 70 piezas recopiladas en la Symphonia armoniae celestium revelationum (Sinfonía de la Armonía de Revelaciones Divinas), y un auto sacramental cantado, titulado Ordo virtutum.
Al inicio de curso invocamos con ella la gracia del Espíritu Santo:
O Ignis Spiritus