Esta guirnalda contiene una gran variedad de símbolos: círculo, color, luces…
Su forma: el círculo es una figura geométrica perfecta que no tiene ni principio ni fin: imagen de la unidad y eternidad divina: Aquel que es el mismo ayer, hoy y siempre (cf. Heb 13,8). Evoca los ciclos anuales de espera de tantos creyentes desde Adán hasta Cristo, así como nuestra esperanza en su segunda y definitiva venida (cf. Ga 4,4). Para los cristianos la forma circular significa el ciclo del Año Litúrgico, el tiempo donde experimentamos sacramentalmente la bondad de Dios (cf. Sal 64,12).