El legado del reino visigodo de Toledo

(Quintanilla de las viñas)

Por espacio de dos siglos, el reino visigodo de España se convirtió en el más importante foco cultural y artístico del Occidente europeo.

La herencia hispanogoda se deja sentir en campos tan diversos como el arte y arquitectura, la liturgia, la teología o la teoría política.

Elementos como el arco de herradura, ritos como la unción real o dogmas como el “Filioque” son aportaciones de la España visigoda a la cultura medieval.

Para entender la importancia de este legado cultural baste decir que <Las Etimologías> de san Isidoro, un compendio de todos los saberes de la Antigüedad, fueron la base de la educación durante toda la Edad Media.

(Panel en la iglesia de Melque, Toledo)

El ministro extraordinario de la Comunión

Son ministros ordinarios de la sagrada comunión:
el Obispo, el presbítero y el diácono.
Es ministro extraordinario de la sagrada comunión
el acólito, o también otro fiel designado.

Para este servicio se requiere formación.
Es evidente que, si cualquier otro ministerio,
como el de proclamar las lecturas
o dirigir el canto o la oración de los fieles,
requiere la capacitación necesaria para ejercerlo con dignidad,
el de distribuir la Comunión lo exige aún más.

El que se encargue a algunos laicos
la distribución de la Comunión
-con el Pan consagrado
o con el cáliz de la Sangre del Señor-
no es una novedad:
hasta el s. VIII hay testimonios de que los laicos recibían,
a veces, la misión de llevar la Eucaristía a los enfermos
y encarcelados que no habían podido acudir
a la celebración de la comunidad.

¿Qué pedimos en la Misa? ¿Cómo pedimos en ella?

Al cumplir y observar el mandato de tu Unigénito,
te pedimos, Padre todopoderoso,
que infundas tu Espíritu santificador
sobre estos dones presentados sobre tu altar.

Que por la acción de este misterio celeste e invisible,
este pan sea la carne
y este cáliz la sangre de Cristo,
gracia para quienes los ofrecen
y remedio para cuantos los reciben.

R/. Amén.

(PP, dom VII cot.)

En nuestro antiguo Rito se nos recuerda que, al celebrar la Eucaristía, observamos el mandato del Maestro. El Espíritu realiza un misterio <celeste e invisible>.

Reflexiono al caer de la tarde sobre…

El cuidado de la creación de Dios:

·  ¿Qué significa en mi vida concreta confesar que «Dios es creador»?
· ¿Vivo mi responsabilidad de cuidar de la creación de Dios?
· ¿Veo mi cuidado de la creación como conectado a mi preocupación por las personas pobres, que están más expuestas a riesgos por los problemas ambientales?
·  ¿Vivo en el derroche? ¿Utilizo energía demasiado libremente? ¿Hay maneras en que podría reducir el consumo en mi vida?
· ¿Hay maneras en que podría cambiar mis prácticas diarias y las de mi familia, escuela, trabajo o comunidad para conservar mejor los recursos de la tierra para las generaciones futuras?
·  ¿Reciclo los residuos? Recordemos que las leyes justas obligan moralmente.

Viernes…

«Y con los labios salmodiamos para ti…»
Esta frase, que se encuentra en un himno del Oficio Mozárabe
nos da pie para para pensar en unirnos a la salmodia diaria de la Iglesia.

 

Celebrar las Vísperas
-a la hora en que pone la luz del sol y se encienden las luces-
podría ser un buen compromiso
de este año centenario de la consagración
al «Corazón de Cristo».

 

Mirando a Cristo, Sol que no conoce ocaso,
podríamos plantearnos en rezar cada día algunos salmos.
Son la oración bíblica de Jesús,
de María, su Madre,
los apóstoles y discípulos.
Y, sigue siendo la nuestra.

 

Un buen regalo para hacernos,
y para hacer a otros,
es la Liturgia de las Horas
Oficio Divino
que contiene esta plegaria.

 

El deshielo y otros males sobre la creación

La alabanza a Dios por ser el creador es uno de los temas de los grandes temas de la plegaria eucarística hispano-mozárabe.
También los himnos de nuestra antigua tradición acentúan este aspecto:
Creador de la luz rutilante, caudillo bueno… (Invéntor rútilis dux bone lúminis)
Creador sempiterno de las cosas… (Ætérne rerum Cónditor)
Creador del cielo resplandeciente… (Fulgéntis auctor ætheris)
Según la leyenda que recoge san Isidoro cada uno de los apóstoles -ante de separarse para la misión- habrían compuesto el Credo o Símbolo de la fe. Cada uno de los Doce habría enunciado un artículo. San Pedro habría comenzado confesando la fe: Creo en Dios Padre, todopoderoso, CREADOR del cielo y de la tierra…
Desde ahí, recordamos esta enseñanza de su sucesor en la cátedra romana:

 

 “El derretimiento de los hielos polares y de planicies de altura amenaza con una liberación de alto riesgo de gas metano, y la descomposición de la materia orgánica congelada podría acentuar todavía más la emanación de dióxido de carbono.
A su vez, la pérdida de selvas tropicales empeora las cosas, ya que ayudan a mitigar el cambio climático. La contaminación que produce el dióxido de carbono aumenta la acidez de los océanos y compromete la cadena alimentaria marina.
Si la actual tendencia continúa, este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos nosotros.
El crecimiento del nivel del mar, por ejemplo, puede crear situaciones de extrema gravedad si se tiene en cuenta que la cuarta parte de la población mundial vive junto al mar o muy cerca de él, y la mayor parte de las megaciudades están situadas en zonas costeras”.
 Papa Francisco en «Laudato Sí»

 

De una entrevista a Marcel Pérès

 

Si vamos a Europa occidental, aún podemos encontrar en Córcega, Cerdeña o en España tradiciones muy similares a lo que se practicaba en la antigüedad. Recuerdo, por ejemplo, en España a unos cantantes de Andavías, cerca de Zamora, que aún utilizan un canto llano muy similar al de los manuscritos mozárabes de Toledo, encargados a fines del siglo XV por el Cardenal Cisneros. Para interpretar esos antiguos repertorios debemos intentar tener la concepción más clara posible de la atmósfera, las condiciones de interpretación, y, por supuesto, la forma de los rituales. Todo esto es lo que nos permite alcanzar la autenticidad. La autenticidad no es cuestión de recrear mecánicamente una antigua interpretación, sino que, ante todo, consiste en crear un vínculo personal entre toda la información que podamos recopilar de nuestros antepasados y lo que vamos a hacer y presentar como interpretación personal…

Autenticidad no es intentar imitar a los hombres del siglo XV, pues no pertenecemos a aquella época, sino aportar algo personal. Esta es una de las razones, por ejemplo, de que usemos voces de mujer. Por supuesto que en el siglo XV únicamente cantaban hombres en los coros de iglesia, pero hoy en día la relación entre mujeres y hombres es distinta…

Entrevista a Marcel Pérès