¡Es el Señor del universo!


Leemos este domingo el evangelio de Lucas 23, 35ss
El tercer evangelista presenta a Cristo como rey

orando en la cruz al Padre con dos peticiones:
Padre, perdónales, que no saben lo que hacen.
Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
Muestra su potestad regia anunciando al ladrón:
Hoy estarás conmigo en el Paraíso.

***

Virgen de la O (Evora, Portugal)

***
Salmo para el domingo de Cristo Rey del universo 2022:
Salmo responsorial- CRISTO REY-ciclo C

***

Sigue leyendo

«Adventus» o venida gloriosa


No podemos determinar cuándo llegará el mundo a su fin.
Cristo mismo dice que nadie lo sabe, ni siquiera el Hijo.
Tenemos que estar siempre, por así decirlo, en la cercanía de su venida,
y, sobre todo en las tribulaciones, estar seguros de que Él se halla cerca.
Al mismo tiempo, deberíamos saber que,
en nuestras propias acciones, estamos bajo juicio.
No sabemos cuándo será,
pero, conforme al evangelio, sabemos que sucederá.
«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria
y todos los ángeles con Él -dice en Mateo-,
entonces se sentará en su trono de gloria.»
Separará a la humanidad como un pastor separa a las ovejas de los cabritos.
A las primeras les dirá:
«Venid, benditos de mi Padre:
tomad en herencia el reino que para vosotros está preparado
desde la creación del mundo».
Y a los otros:
«Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno»”.

Benedicto XVI

***

Sigue leyendo

La comunión de los santos

De la <comunión de los santos> forman parte todas las personas que han puesto su esperanza en Cristo y le pertenecen por el bautismo, hayan muerto ya o vivan todavía. Puesto que somos un cuerpo en Cristo, vivimos en una comunión que abarca el cielo y la tierra.

La Iglesia es más grande y está más viva de lo que pensamos. A ella pertenecen los vivos y los muertos, ya se encuentren en un proceso de purificación o estén en la gloria de Dios. Conocidos y desconocidos, grandes santos y personas insignificantes. No podemos ayudar mutuamente sin que la muerte lo impida.
Podemos invocar a nuestros santos patronos y a nuestros santos favoritos, pero también a nuestros parientes difuntos, de quienes pensamos que ya están junto a Dios. Y, al contrario, podemos socorrer a nuestros difuntos que se encuentran en un proceso de purificación, mediante nuestras oraciones.
Todo lo que cada uno hace o sufre en y para Cristo, beneficia a todos. La conclusión inversa supone, desgraciadamente, que cada pecado daña la comunión.


La presentación del libro <Mozárabes…> antes de su inicio (26 oct ’22) en la parroquia de La Concepción (Madrid)

Sigue leyendo

El Adviento:
revelación de la gloria del Señor


Durante el tiempo de Adviento la Liturgia recuerda frecuentemente a la Santísima Virgen
—aparte la solemnidad del día 8 de diciembre,
en que se celebran conjuntamente la Inmaculada Concepción de María,
la preparación radical (cf. Is 11, 1.10) a la venida del Salvador
y el feliz preludio de la Iglesia sin mancha ni arruga—,
sobre todo, los días feriales del 17 al 24 de diciembre y, más concretamente,
el domingo anterior a la Navidad,
en que resuenan antiguas voces proféticas sobre la Virgen Madre y el Mesías
(año A: Is 7,10-14; año B: 2 Sam 7,1-5, 8b-11, 16; año C: Mich 5,2-5a (Hebr. 1-4a),
y se leen episodios evangélicos relativos al nacimiento inminente de Cristo y del Precursor
(año A; Mt 1,18-24; año B: Lc 1,26-38; año C: Lc 1,39-45).
[Marialis Cultus, n. 3]

***

***

Sigue leyendo

Orando en el Año de san Isidro


Imagen de san Isidro
en la Ermita de Ntra. Sra. de Begoña (La Florida /Madrid).

***

Señor, Dios nuestro,
Fuente de la vida,
que en la humildad y sencillez
de San Isidro labrador
nos dejaste un ejemplo de vida:
como discípulo de Cristo,
trabajador, esposo, padre de familia
e instrumento de tu paz.
En la Eucaristía, fuente de su fe,
escuchó tu palabra y con la fuerza del sacramento
vivió el supremo mandamiento de la caridad.
Haz que nosotros, que celebramos su memoria,
experimentemos tu misericordia
y sepamos compartir nuestro pan de cada día
con todos nuestros hermanos
glorificando tu Nombre santo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que resucitado vive y reina
en la unidad del Espíritu Santo,
Fuente de amor, y es Dios,
a quien se debe todo honor
y toda gloria por siempre. Amén.
***


Hoy recordamos a san Eugenio de Toledo
y a san Alberto Magno.
***

Sigue leyendo

Memoria de la venida del Señor


El círculo de la corona, que no tiene principio ni fin, simboliza la eternidad de Dios, la inmortalidad del alma y la vida eterna que encontramos en Cristo.
Las ramas de los árboles de hoja perenne que componen la corona tienen sus propios significados catequéticos: el laurel significa victoria sobre la persecución y el sufrimiento;
el pino, el acebo y el tejo significan inmortalidad; y, el cedro significa fuerza y ​​curación.
Las piñas o frutos secos que pueden decorar la corona simbolizan la vida y la resurrección.
Las naranjas hablan de la dulzura de la memoria del Señor que viene (Jesu, dulcis memoria).
Estos cítricos recuerdan el milagro del ciego, que recobró la vista tras regalar a María una naranja para saciar la sed del Niño en la huida a Egipto. Esta «florecilla» se recogió en un villancico popular.
Las ramas con bolitas rojas hacen referencia a la sangre del Señor: es la relación popular entre la Navidad y la Pascua. De ahí, la difusión del acebo como decoración de los hogares cristianos.
Las coronas decoran puertas y muros. Cuando se utilizan como centros de mesa se añaden las tradicionales velas moradas o rojas (seis o cuatro).

Por otra parte, las naranjas aparecen en las recetas de los visigodos para el Adviento.
Hoy transcribimos una de ellas: naranjas con canela y miel
Para este postre solo se necesitan tres ingredientes
y deben ser lo más frescos posibles:
naranjas, canela y miel.
Debes cortar las naranjas en rodajas, ponerlas en un plato bonito para servir en la mesa,
verter un generoso chorro de miel de naranjas y luego espolvorear con canela.
Y como alternativa puedes añadirle queso fresco o requesón.
¡Estos antiguos sabían!

***

Sigue leyendo

Atisbar y contemplar:
la purificación después de la muerte


El baptisterio es el auténtico sepulcro para el cristiano

***
¿Podemos ayudar a los difuntos que se encuentran en el estado del purgatorio?
Sí. Puesto que todos los bautizados forman una comunión y están unidos entre sí,
los vivos pueden ayudar a las almas de los difuntos que están en el purgatorio.
Una vez que el hombre ha muerto, ya no puede hacer nada para sí mismo.
El tiempo de la prueba activa se ha terminado.
Pero nosotros podemos hacer algo por los difuntos que están en el purgatorio.
Nuestro amor alcanza el más allá.
Por medio de nuestros ayunos, oraciones y buenas obras,
y especialmente por la celebración de la Sagrada Eucaristía,
podemos pedir gracia para los difuntos.
El purgatorio, a menudo imaginado como un lugar, es más bien un estado.
Quién muere en gracia de Dios (por tanto, en paz con Dios y los hombres),
pero necesita aún purificación antes de poder ver a Dios cara a cara,
ése está en el purgatorio.
Cuando Pedro traicionó a Jesús, el Señor se volvió y miró a Pedro:
<Y Pedro salió fuera y lloró amargamente>.
Éste es un sentimiento como el del purgatorio.
Y un purgatorio así nos espera probablemente a la mayoría de nosotros
en el momento de nuestra muerte: el Señor nos mira lleno de amor,
y nosotros experimentamos una vergüenza ardiente
y un arrepentimiento doloroso por nuestro comportamiento malvado
o quizás <sólo> carente de amor.
Sólo después de este dolor purificador seremos capaces de contemplar
su mirada amorosa en la alegría celestial perfecta.
(Youcat 160…)

Sigue leyendo

María, <el arca del Pacto>


En el Nuevo Testamento hay un escrito, la epístola a los Hebreos,
que nos revela el contenido del Arca de la Alianza (9,4):
el vaso que contenía el alimento divino o maná;
las tablas de piedra con el decálogo de la Ley;
y, la vara pastoral de Aarón.
Eran una expresión del sacerdocio, el profetismo y la realeza
que el ser humano perdió en Adán.
Aquellos tres elementos que el Arca custodiaba
eran una prefiguración de Jesucristo.
María es invocada como Arca de la Nueva Alianza:
sus entrañas llevaron a Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey.


Miniatura «mozárabe» del beato de St. Server.
Letra Alfa, símbolo de Cristo en el libro del Apocalipsis (1,8;22,13)

***

Sigue leyendo

San Martín ’22


En la tradición hispana el día de san Martín estaba precedido por una jornada de ayuno.
El ayuno de noviembre se llama «jejunia Kalendarum Novembrium»; son estos, en realidad,
días de letanías o rogativas, y ambas son mencionadas por S. Isidoro. Este ayuno de otoño
es mencionado en el concilio de Gerona.
En la Galia el tiempo de preparación a la Navidad era denominado <Cuaresma de san Martín>.
El nombre del santo obispo de Tours es mencionado diariamente en los dípticos de la Misa.

***

Sigue leyendo