Sendas Dios hará…

 

San Isidoro de Sevilla, siguiendo la sabiduría de los antiguos,
estudiaba la Ética en la cuádruple división
de las virtudes fundamentales (cardinales):
Justicia/Prudencia/Fortaleza/Templanza.
La Prudencia, virtud principal,
consiste en elegir lo más adecuado:
la gracia de Dios,
dejando que Dios sea Dios
en nosotros.

 

Podemos hacer oración
con la escucha de esta canción.

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Domingo V de Pascua

Fuente bautismal, Santa María en Portchester (Hants)

 

La Resurrección de Cristo…
Toda nuestra fe se basa en la transmisión constante y fiel de esta «buena nueva»  que requiere la labor de testigos entusiastas y valientes.
Todo discípulo de Cristo, también cada uno de nosotros, está llamado a ser testigo.
Este es el mandato preciso, comprometedor y apasionante del Señor resucitado.
La «noticia» de la vida nueva en Cristo debe resplandecer en la vida del cristiano, debe estar viva y activa en quien la comunica, y ha de ser realmente capaz de cambiar el corazón, toda la existencia.
Esta noticia está viva, ante todo, porque Cristo mismo es su alma viva y vivificante.
No en vano él nos dice hoy: Yo soy el camino y la verdad y la vida (cf. Juan 14, 1-12)

***

En este día de san Juan de Ávila recordamos en la oración a nuestros presbíteros.

Nuestros ministros
están reforzando los equipos de capellanes de los hospitales,
están celebrando las exequias de nuestros difuntos,
están visitando a los enfermos más graves
para llevarles el auxilio de la Confesión, de la Unción y de la Comunión,
y están ofreciendo, con creatividad,
propuestas de oración y formación
a través de las redes sociales y medios de comunicación.

Los que siguen hospitalizados
nos están regalando el testimonio admirable
de vivir la postración de la enfermedad
como ofrenda por el bien espiritual de sus fieles.

Son, todos ellos, ministros de Cristo Sacerdote,
de la Eucaristía
de la Iglesia y de la humanidad.

Ánimo

«Al partir el pan» Schiel 2018

“Ánimo»: es una palabra que, en el Evangelio,
está siempre en labios de Jesús…
Es Él, el Resucitado,
el que nos levanta a nosotros que estamos necesitados.

Si en el camino eres débil y frágil, si caes, no temas,
Dios te tiende la mano y te dice: «Ánimo”. Pero tú podrías decir:
«El valor no se lo puede otorgar uno mismo».

No te lo puedes dar, pero lo puedes recibir como don.
Basta abrir el corazón en la oración,
basta levantar un poco esa piedra puesta
en la entrada de tu corazón para dejar entrar la luz de Jesús.

Basta invitarlo:

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Miróforas

 

“Las mujeres no se quedaron paralizadas, no cedieron a las fuerzas oscuras de la lamentación y del remordimiento, no se encerraron en el pesimismo, no huyeron de la realidad. Durante el sábado realizaron algo sencillo y extraordinario: prepararon en sus casas los perfumes para el cuerpo de Jesús. No renunciaron al amor: la misericordia iluminó la oscuridad del corazón.

La Virgen, en el sábado, día que le sería dedicado, rezaba y esperaba. En el desafío del dolor, confiaba en el Señor. Sin saberlo, esas mujeres preparaban en la oscuridad de aquel sábado el amanecer del «primer día de la semana», día que cambiaría la historia. Jesús, como semilla en la tierra, estaba por hacer germinar en el mundo una vida nueva; y las mujeres, con la oración y el amor, ayudaban a que floreciera la esperanza.

Cuántas personas, en los días tristes que vivimos, han hecho y hacen como aquellas mujeres: esparcen semillas de esperanza. Con pequeños gestos de atención, de afecto, de oración.

Al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro…”

***

Los antiguos calendarios occidentales
celebraban hoy
al arcángel san Miguel
y la solemne víspera de la traslación
del cuerpo de san Nicolás
de Mira (Turquía) a Bari (Italia).

 

San Isidro, patrón de Madrid

Ha comenzado ya la novena preparatoria a la fiesta de san Isidro.
El domingo anterior al 15 de mayo, según costumbre madrileña, comienzan las fiestas del santo.

 

Este año 2020 de manera muy especial: con una celebración más interior e íntima.
Es una buena ocasión para profundizar en la vida de aquel que es patrón de la Villa de Madrid y de los agricultores. La tradición le hace mozárabe en un Magerit que se abre a Castilla; así, se refleja en estos himnos del Códice de Juan Diácono que conviene escuchar y difundir.

 

Nos unimos con esta música a todos los madrileños, a los hombres y mujeres del campo y tantos que recuerdan al labrador mozárabe:

 

 

Kyrie: aclamación pascual

En la tradición hispana se encuentra el Kyrie 
en las Preces cuaresmales y en la misa de difuntos.
También en los oficios de la mañana y de la tarde.

 

Nuestra peregrina Egeria oyó su canto en el Jerusalén del siglo IV:

 

«A medida que el diácono dice los nombres de varias personas (los dípticos)
un grupo de muchachos permanece de pie
 y responden siempre, kirie eleison,
como si nosotros dijéramos, Miserere Domine«.

 

Parece que entra en la celebración eucarística en el II concilio de Vaison (529)
a imitación de otras liturgias:

 

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Recordando la presencia del Señor en tiempos de confinamiento

 

La Santa Sede ha recordado -con motivo de la imposibilidad
de celebraciones comunitarias a causa del Covid-19-
ha exhortado a todos los fieles sobre la importancia
de la plegaria:

 

“Es importante dedicar un tiempo oportuno a la oración,
valorando, sobre todo,
la Liturgia de las Horas”.

 

Una importante enseñanza sobre la presencia
de Cristo estaba apuntada en la enseñanza
del Concilio Vaticano II:

 

“Cristo está siempre presente en su Iglesia,
sobre todo en la acción litúrgica.
Está presente en el sacrificio de la Misa,
sea en la persona del ministro,
«ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes
el mismo que entonces se ofreció en la cruz»,
sea sobre todo bajo las especies eucarísticas.
Cristo está presente con su fuerza en los Sacramentos,
de modo que, cuando alguien bautiza,
es Cristo quien bautiza.
Está presente en su Palabra,
pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura,
es Él quien habla.
Está presente, por último,
cuando la Iglesia suplica y canta salmos,
el mismo que prometió:
«Donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy Yo en medio de ellos» (Mt 18,20)”.

(SC 7)

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Yo soy la puerta de las ovejas

Durante la Cincuentena pascual la Iglesia vive el misterio de la nueva vida siguiendo el evangelio según san Juan. En este texto Cristo utiliza siete metáforas para designarse a sí mismo. En este Cuarto Domingo de Pascua -ciclo A- descubrimos al Señor, buen Pastor, como <puerta> del aprisco (cf. Juan 10, 1-10).

 

Proponemos dos materiales para hoy, o los siete días de esta semana, con estos textos bíblicos y con la Plegaria Eucarística hispana de la Santa Cruz:

 

A. TEXTOS BÍBLICOS:

1. «Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.» (Jn 6,35 Cf. Jn 6, 41.48.51)

2. «Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo;
el que me sigue, no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» (Jn 8,12 cf. Jn 9,5)

3. «Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.» (Jn 10,9)

4. «Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.» (Jn 10,11. Cf. Jn 10,14)

5. «Dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.» (Jn 11,25)

6. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Jn 14,6)

7. «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no da fruto, lo corta;
y todo aquel que lleva fruto lo poda para que dé más fruto.» (Jn 15,1s Cf. Jn 15,5)

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María durante el año…

 

Durante el mes de mayo,
popularmente, se recuerda a María, la Madre del Señor.
Durante el tiempo de Pascua
se le saluda como «Reina del cielo».
Estos días, de manera muy singular,
la miramos como «Salud de los enfermos» y
«Esperanza nuestra».
Con todo, no perdemos de vista,
su presencia a lo largo del año cristiano.
Por eso, después de las solemnidades marianas
“se han de considerar, sobre todo, las celebraciones
que conmemoran acontecimientos salvíficos,
en los que la Virgen estuvo estrechamente vinculada al Hijo,
como las fiestas de la Natividad de María (8 septiembre),
«esperanza de todo el mundo y aurora de la salvación»…
o también la memoria de la Virgen Dolorosa (15 septiembre),
ocasión propicia para revivir
un momento decisivo de la historia de la salvación
y para venerar junto con el Hijo «exaltado en la Cruz
a la Madre que comparte su dolor» (MC 7).

Esperemos que este próximo mes de septiembre
podamos vivirlas con especial intensidad.

En Madrid no olvidamos las decenas de advocaciones marianas y
otras fiestas que «proponen contenidos de alto valor ejemplar,
continuando venerables tradiciones,
enraizadas sobre todo en Oriente
21 noviembre: la Presentación de la Madre de Dios en el Templo- (MC 8)
o la fiesta del 18 diciembre: Santa María en Adviento.